Patricia Ripley, una mujer de 45 años, residente de Estados Unidos, reportó el secuestro de su hijo autista a la policía el pasado jueves 21 de mayo, mencionando que dos hombres afroamericanos la obligaron a bajar de su camioneta y entregarles a Alejandro, su pequeño.

Durante las averiguaciones policiales, se encontró un video de una cámara de vigilancia que reveló el momento en el que la mujer lanzá al menor de edad a un canal de Miami.
La mujer pasó a ser la principal sospechosa del asesinato cuando los investigadores notaron a través de distintos videos de cámaras de seguridad repartidas por la ciudad, que la mujer había esperado al menos 15 minutos en su auto después del supuesto hecho, en vez de acudir a los oficiales de manera inmediata.

Ripley fue interrogado y al final del cuestionamiento, confesó que ella había asesinado al menor de nueve años lanzándolo al canal donde horas después fue hallado muerto.
Patricia aseguró que esta tranquila y que su hijo “estará en un lugar mejor”.
La madre fue acusada de asesinato de primer grado e intento de asesinato premeditado en primer grado.

De acuerdo con información de la policía, la mujer se contradecía desde el principio de sus declaraciones, pero sobre todo con los argumentos de testigos. Uno de ellos, el del hombre que la ayudó a recatar a Alejandro la primera vez que lo arrojó al agua. Como este sobrevivió, su madre decidió acudir a otro canal más tarde para terminar con su vida.
El abogado de Patricia la defendió mencionando que es una buena mujer y muy temprano para ser juzgada.
“Nuestra posición es que es una buena mujer y madre que siempre se ocupó del mejor interés de su hijo. Este no es el momento de apresurarse a juzgar, pues es una eta muy preliminar”, mencionó el abogado.
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JVR