El médico de cabecera del ídolo deportivo Diego Maradona, Leopoldo Luque, fue “imputado de homicidio culposo” y posteriormente la justicia argentina ordenó el allanamiento de sus bienes en propiedades; ante esto salió a su defensa señalando que el deceso de El Pelusa, no tuvo nada que ver con la operación que le realizó en noviembre de un coágulo en la cabeza.
“Yo te quiero ver a vos, Diego muerto con un hematoma en la cabeza, eso había que resolverlo. Era quirúrgico por sus dimensiones, no lo podía dejar así. El deceso no tuvo nada que ver con eso. La autopsia tiene que decir lo del golpe”, declaró.
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Tras la muerte de Maradona, Luque recalcó que El Pelusa era “una persona sumamente difícil, que no se dejaba asistir ni mucho menos llevar al hospital”.
De acuerdo con medios locales, a las 8 personal policial ingresó en su domicilio con una orden de allanamiento y se llevó información vinculada a la salud de Maradona.
“Son procedimientos legales que desconozco y no voy a cuestionar. Yo estoy a disposición de la Justicia. Sé lo que hice y cómo lo hice con Diego y por Diego hasta último momento. Y puedo mostrar y contar todo”, destacó el médico. Y agregó: “Ellos vinieron de un modo que uno no espera. Es su trabajo y lo respeto. Les dimos toda la información que nos pidieron, incluidos discos rígidos personales que tengo desde hace 20 años”.
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La tranquilidad inicial de Luque, que por momentos se refirió en presente al hablar del astro argentino, fue dándole paso al enojo y a la emoción a medida que su diálogo con los medios avanzaba. Incluso, se quebró y lloró en varios tramos de la extensa e improvisada conferencia de prensa dentro de su casa.
“Se llevaron la historia clínica. Los análisis y las asistencias que hice. Dispositivos electrónicos. Discos rígidos que tenía hace 20 años. Todos los teléfonos. La verdad es que me sorprendió, porque cuando Diego fallece, yo llego al lugar y ya estaba la fiscalía trabajando. Y entonces no me llevaron a declarar. No pensé que éste era el modo”, describió.
Se entrega empleado que se fotografió con el cadáver de Maradona
Diego Antonio Molina, uno de los empleados de la funeraria que se fotografió el pasado miércoles con el cadáver de Diego Maradona, se entregó en una comisaría en una investigación policial iniciada tanto por los apoderados legales del difunto como por la exesposa y las hijas del exastro.
Se presentó junto con su abogado en la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, del barrio porteño de Chacarita, en una investigación de oficio que inició la Fiscalía por presunta profanación de un cadáver y la violación de derechos personalísimos, ambos delitos contravencionales, por lo que los tres involucrados no pueden quedar detenidos.
Los tres exempleados de la funeraria Sepelios Pinier, que trabajó con el cadáver del astro del fútbol fallecido a los 60 años el miércoles, fueron citados a declarar por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Número 25.
Con información de Agencias
AE
