El cuerpo de Andrea está lleno de cicatrices y moretones; la niña de 11 años era golpeada por su tía, al no cumplir con la cuota de 250 pesos diarios por la venta de churros en el Estado de México.
Los castigos obligaron a la menor a buscar ayuda de sus vecinos en el municipio de Tecámac.
Ante la desesperación fue el lunes cuando Andrea se acercó a una habitante de la colonia de Santa María Aztepec, para pedirle que le comprara churros o de lo contrario su tía María la golpearía.
Los vecinos ya sospechaban que la niña sufría de violencia; pero al ver las marcas en sus brazos, decidieron pedir auxilio a policías municipales y del personal del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Andrea y su hermano de 10 años fueron abandonados desde que eran bebés, y desde entonces la tía se hizo cargo de ambos. Y es ella quien obligaba a la niña a salir a las calles del municipio para vender churros.
Diariamente la pequeña tenía que regresar a casa con 250 pesos para entregárselos a su familiar; pero cuando Andrea no lograba cubrir la cuota la mujer la golpeaba.
Una varilla o un cable eran utilizados para golpear el cuerpo de la menor, el cual ya estaba marcado en su espalda, brazos y glúteos.
Ante estos actos, trabajadores del DIF acudieron al lugar donde Andrea trabajaba para rescatarla. Cuando fue trasladada a las oficinas de la dependencia, ella pidió que también rescatarán a su hermano.
JRA