Un escándalo sacudió el sector social de Estados Unidos cuando se descubrió que una activista y profesora asociada de historia afroamericana en la Universidad George Washington de Estados Unidos fingió ser negra durante años, pese a ser una mujer blanca de Kansas City.
Jessica A Krug confesó en una publicación en Medium que toda su vida, relaciones y carrera han crecido en un “suelo tóxico de mentiras”.
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La especialista en la diáspora africana y autora de un libro sobre la resistencia fugitiva al comercio transatlántico de esclavos, aceptó que esto ayudó a que prosperara social y profesionalmente.

En su libro Fugitive Modernities, publicado poco antes de su confesión, agradeció a aus supuestos antepasados.
Krug achaca su comportamiento a problemas de salud mental que surgieron como resultado de una infancia y juventud difíciles, aunque reconoce, que ello no puede valer como justificación al engaño que ha representado durante años.
Este caso recuerda al de Rachel Dolezal, una de las activistas más influyentes de los derechos de los negros que fingió ser afrodescendiente cuando en realidad era blanca. La noticia causó estupor en el país cuando se destapó en 2015.
JGR