Una revisión de las declaraciones patrimoniales de 27 gobernadores revela que los mandatarios poseen en total un patrimonio de 327 millones 195 mil 218 pesos. Esta cantidad refleja los valores registrados para bienes inmuebles, vehículos, cuentas bancarias y seguros e inversiones en su 3de3.
Los excesos son más públicos que nunca y han acercado a los mexicanos a un punto de quiebre. Ciudadanos empoderados, leyes de transparencia y medios con mayores libertades han expuesto los esquemas que han utilizado los gobernadores para desviar fondos públicos para su uso privado. Sin embargo, aunque esto ha dejado un rastro de evidencia de las ofensas, son pocos los gobernadores que han enfrentado la justicia.
Los líderes locales controlan las legislaturas estatales, a los auditores públicos y a los fiscales de sus estados; es un dominio que les da el poder de un soberano.
Así, perseguir a los corruptos corre a cargo de los procuradores federales, pero la respuesta ha sido casi nula.
Quienes declararon un patrimonio más cuantioso son Miguel Ángel Mancera (PRD), Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; mientras la ciudad se hunde entre socavones e inundaciones, él recibe 48.8 millones de pesos al año.
Francisco García Cabeza de Vaca (PAN), gobernador de Tamaulipas; Alejandro Murat (PRI), que llegó a la gubernatura de Oaxaca con varios escándalos de corrupción; Antonio Gali (PAN), de Puebla, y Graco Ramírez (PRD), de Morelos, que ya bastante tiene con los recientes escándalos respecto al Paso Express como para declinar en la carrera presidencial.
De acuerdo con la revisión existen al momento cinco mandatarios estatales que se rehúsan a presentar sus declaraciones patrimoniales en la plataforma 3de3.; Manuel Velasco (PVEM), de Chiapas; Rubén Moreira (PRI), Coahuila; Francisco Vega de Lamadrid (PAN), de Baja California Roberto Sandoval (PRI), Nayarit, y Arturo Núñez (PRD), de Tabasco. Pero para todos es obvio que tienen mucha cola que les pisen, siendo los estados donde la inseguridad, el narcotráfico, la violencia, pobreza y otras problemáticas reinan a diario.
Con estas cifras ya no se sabe si es bueno conocer cuánto poseen los gobernantes, pues luego de ver las cuantiosas cifras y propiedades parece una muestra de cinismo que sigan diciendo que el país en el que vivimos es un lugar de oportunidades, y pues sí, de oportunidades para los políticos, porque el pueblo mexicano cada vez va más en picada.
Y con el reciente informe de gobierno se puede afirmar que sí hay quinto malo… y aún nos queda un año más de este sexenio que ha sido calificado como el “Gobierno del Socavón” por decirlo menos, pues otros lastres son una economía que no creció, la depreciación constante del peso, el incremento de la inflación y de la deuda pública, el decaimiento de la inversión pública para la infraestructura del País; la falta de voluntad para resolver el caso de la desaparición forzada en Ayotzinapa, y de los más de 30 mil desaparecidos, así como las masacres de migrantes y las fosas clandestinas, el creciente número de feminicidios sin resolver; la “Casa Blanca” y la de Malinalco; el incremento de asesinatos dolosos y el gasto desmedido en comunicación política. Pero eso sí, la economía de los gobernantes sí mejoró considerablemente.