Ciudad de México.- Los gobiernos, tanto federal como el de Morelos, se responsabilizan entre sí sobre quién debió alertar de los riesgos en el Paso Exprés de Cuernavaca, prevenirlos y hasta cerrar la circulación para evitar accidentes como el ocurrido el pasado 12 de julio, donde un auto cayó en el socavón que se abrió en esa vía, dejando un saldo de dos personas muertas.
La Segob responsabiliza al gobierno de Graco Ramírez de no haber actuado a tiempo pues ya tenían conocimiento de los riesgos en la construcción del Paso Exprés. Mientras que las autoridades de Morelos se defienden diciendo que desde 2016 informó oportunamente a la delegación de la SCT, sobre diversas situaciones de riesgo.
El gobierno estatal acusa que pese a las constantes advertencias la tubería de la alcantarilla que cruza el Paso Exprés no fue sustituida pese a que tenía cerca de 40 años de antigüedad, y había rebasado su vida útil.
Entre dimes y diretes ninguna autoridad ha asumido su responsabilidad en el caso. Por lo visto les es más fácil alegar y pasarse la bolita de la culpa unos a otros y como siempre, los únicos que pagan este precio son los ciudadanos.
A pesar de lo anterior, ambas partes están dispuestas a colaborar para que en conjunto se dé una “solución de fondo y definitiva”… La realidad es que nunca realizan su trabajo de forma correcta; la corrupción es una constante plaga en todos los sectores del país, que sin duda está acabando con la sociedad mexicana.