Justo al cumplirse 32 años del sismo de 1985, cinco estados del país sufrieron daños, en esta ocasión por un movimiento de magnitud 7.1, y entonces las redes sociales y pronta comunicación se convirtieron en los principales actores para llevar la información, sin embargo, también es un arma de doble filo.
Por montones comenzaron a circular los mensajes de falsos derrumbes, solicitando ayuda en puntos específicos, y muchas cosas más que, sinceramente, es lo menos que necesita México en estos momentos.
Muchos hablan del México solidario, unido, pero también existen, esos que no tienen madre y se aprovechan de la situación y no sólo hablo de personas comunes, también de las autoridades: En los desastres naturales, temblores, inundaciones mucho se ha exigido de parte de la sociedad para que los partidos políticos y los arribistas eviten a toda costa lucrar con el dolor de la gente afectada, como lo han hecho siempre. Ésta no es la excepción.
Lo que necesita México es gente valiente, que salga a las calles y ayude en lo que sea necesario, personas con sentido común que no compartan falsedades y rumores, que verifiquen información y no sean sólo borregos desinformando a los que necesitan tener datos certeros.
Un desafío para partidos, personajes públicos y sociedad mexicana es hacerle frente a la desgracia a través de la generación de una nueva actitud. En especial a los jóvenes, “los millennials” que creíamos indiferentes y desinteresados, hoy, ellos son los que han sacado adelante al país. Ellos también son héroes, son los que a través de las pantallas empezaron la reconstrucción de México.