Desde que estaba en campaña por la gubernatura del estado, Miguel Ángel Yunes prometió acabar con la violencia que había, que tenía las estrategias necesarias para erradicar el mal que eligió a Veracruz como su casa.
Sin embargo, la crisis de inseguridad que vive la entidad ha alcanzado sus más altos niveles durante los primeros seis meses de gobierno de Yunes, que hasta este fin de semana, cuando 13 personas murieron ejecutadas a manos del crimen, fue que el Gobernador admitió que no se ha podido controlar esa situación, obviamente había que admitirlo no que presumía lo contrario hasta hace poco tiempo.
Frente a la creciente inseguridad y los hechos de violencia que ocurren de norte a sur de la entidad, Miguel Ángel Yunes ha tenido que pedir apoyo a las fuerzas federales en diferentes momentos a través de lo que él mismo llamó el Grupo de Coordinación Veracruz.
Con estos hechos que no hacen más que aumentar las cifras que desde hace meses se mantienen en Veracruz, el gobernador, Miguel Ángel Yunes, no tuvo de otra y aceptó que las ejecuciones han aumentado, por lo que se implementaran acciones con el objetivo de reforzar la seguridad en varias regiones de la entidad.
Claro, aunque reconoció el aumento de la violencia, Yunes aclaró que ésta nomás se da entre quienes andan en malos pasos, por lo que los ciudadanos no tienen nada de qué preocuparse… salvo toparse con algún enfrentamiento y quedar en el fuego cruzado o no poder caminar en las calles por las noches, ante el temor de ser confundido y “levantado” (por criminales o por la propia autoridad) Cosas que, seguramente, casi no pasan.