En días recientes, las piezas del rompecabezas llamado Reforma en Telecomunicaciones, se han movido de tal manera que han salido a la luz los verdaderos intereses de quienes aseguraron en otro momento buscar darle “beneficios a los mexicanos”.
Hoy por hoy, América Móvil está en contra de los beneficios que proporciona la llamada “Tarifa cero”, pues parece que sus ganancias se han visto seriamente afectadas, por lo que ha interpuesto una serie de amparos contra del régimen transitorio que estableció el Congreso, pero mientras se mantenga como agente preponderante, no puede cobrar por la terminación de tráfico en las redes de Telcel o Telmex. Esto significa que no puede cobrarle a los demás operadores cuando se trata de llamadas que usuarios de esos operadores hacen a números de Telcel o Telmex.
Dicho régimen le quitó el monopolio a la empresa de Slim. Sin embargo, esto podría cambiar, obligando a los usuarios de telefonía a volver a pagar más de mil millones al empresario por conexiones de llamadas (“el que llama paga”) y largas distancias.
Con la finalidad de que no meta las narices en las próximas elecciones.
Esto puede significar un “ajuste” de cara al 2018, pues el gobierno federal enfrentará el riesgo de que la Reforma en Telecomunicaciones –una de las que sí ha incidido en favor de los bolsillos del consumidor–, sufra un grave revés gracias a Javier Laynez, quien llegó a Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por su cercanía con Luis Videgaray. Laynez estaría por regresar a las empresas de Slim varios beneficios que antaño tenía con la consigna de mantenerlo lejos de apoyar a López Obrador en su cometido de llegar a la silla presidencial.
Así, el gobierno busca de alguna manera conseguir que “el ingeniero”, se mantenga alejado del proyecto de AMLO y MORENA, con quienes ya parecen estar alineados otros grandes empresarios como Ricardo Salinas, Olegario Vázquez Aldir y Miguel Rincón, entre otros.
Esto demuestra las increíbles acciones que el gobierno está dispuesto a cometer para salvaguardar sus intereses partidistas, a costa de lo que sea, incluso afectando una de las pocas reformas que sí benefició al pueblo mexicano y sus bolsillos.