La pandemia de Covid-19 ha provocado que los establecimientos del Centro Histórico padezcan por las bajas de ventas; inclusive a las clásicas cantinas, como le ha sucedido a El Gallo de Oro.
El Gobierno capitalino, en conjunto con los comerciantes establecidos, han relanzado la página de internet Centro en Línea que tiene la intención de fomentar las ventas con sana distancia.
La página web ya tiene inscritos unos dos mil establecimientos mercantiles de todo tipo. Entre ellos existe una categoría llamada Los Clásicos del Centro Histórico que concentra unos 54 negocios que llevan entre 40 y 173 años operando en calles de los perímetros A y B y que ahora algunos están en riesgo de desaparecer.
Fundada en 1874, la cantina El Gallo de Oro está ubicada en la esquina de Venustiano Carranza y Bolívar. Fue abierta por migrantes españoles y ha pasado por un par de dueños antes de llegar a la familia Valle.
Actualmente, Enrique Valle Durán es el gerente, luego de que su padre y su abuelo atendieron el negocio.
El Gallo de Oro fue modificada al principio del Siglo XX para ser una cantina más lujosa y no tanto de barrio, aprovechando que en esa época el centro financiero del país se encontraba en las calles cercanas.

Valle Durán cuenta que en las barras y mesas de El Gallo de Oro han bebido y convivido personajes de la cultura mexicana como Mariano Azuela o Justo Sierra, integrantes de familias empresariales como Harp Helú, Espinosa Yglesias, Longoria o Arango y más recientemente políticos como Cuauhtémoc Cárdenas, Samuel del Villar, Rosario Robles y hasta Claudia Sheinbaum visitó este sitio en alguna ocasión.
Afirmó que la actual crisis provocada por la pandemia sólo se puede comparar con la que provocó el sismo en 1985, que destruyó buena parte del Centro Histórico.
(Después) del temblor, estaba tirado todo, no entraban, Nacional Financiera tirada, varios edificios afectados; ese edificio que está enfrente del reloj tardó 10 años en que lo volvieran a usar. Entonces, es comparable con esto del covid, no había gente”, dijo.
Ahora atraviesa una nueva crisis pues el Gobierno capitalino volvió a prohibir el giro de bares y cantinas con servicio de restaurantes.
JRA