Ciudad de México.- De acuerdo con el informe “Todos, el Estado de la Educación en México 2017”, presentado este martes por la organización civil Mexicanos Primero, nuestro sistema educativo tiene como característica la reproducción de la desigualdad y la exclusión, es decir, no es para todos.
Al parecer de cada 100 niños que inician la educación primaria en nuestro país, tan sólo 77 entran a la secundaria, para reducirse a 57 alumnos que ingresan a nivel medio superior.
Sabemos perfectamente que nuestra sistema educativo es un asco, sin dejar de lado el hecho de que nuestra pésima economía, obliga a que cada vez más niños abandonen los estudios para comenzar a trabajar y aportar ingresos a su familia.
- El informe presenta ocho puntos que representan la enorme barrera que separa a los alumnos de un nivel educativo digno:
1. Muy pocos tienen acceso a oportunidades de desarrollo integral durante los primeros cinco años de vida. No todos los niños llegan a la escuela listos para aprender y participar. - El sistema de selección y asignación no asegura que a cada escuela lleguen los maestros que necesitan, especialmente en comunidades rurales e indígenas.
- La formación docente no se ha diseñado para la inclusión de los maestros, ni de sus alumnos.
- No se prioriza la inclusión en las funciones directivas, ni se trabaja con una visión del liderazgo incluyente.
- El actual currículum nacional, diseñado desde el centro, brinda muy pocas oportunidades para adaptarlo a las necesidades e intereses de la diversidad de estudiantes y comunidades.
- Casi ningún alumno, ni sus familias son escuchados o involucrados en la toma de decisiones sobre su escuela.
- Predomina un malgasto inequitativo e ineficaz que no apoya el aprendizaje de todos.
- Muy pocos estudiantes y sus maestros reportan recibir apoyo especializado para eliminar barreras para el aprendizaje y participación.
Aunado a estos ocho puntos hay que recordar que muchas veces el poco o mucho presupuesto que se designa a la educación de nuestro país, termina en cosas tan inútiles como fiestas a las maestras por el día de la madre, o pagos a maestros que jamás asisten a clase.
Lo primero que deben hacer nuestras autoridades es mejorar la calidad de vida de las familias mexicanas, aumentar el salario mínimo, quizás, generar oportunidades para que los más pequeños no se vean en la necesidad de abandonar los estudios.
Y por otro lado, la educación debe incentivar a sus alumnos, invitarlos a superarse, a aprender para de esta forma contribuir directa o indirectamente a nuestra sociedad que está tan carente de valores.