Ciudad de México.- Durante el gobierno de Javier Duarte, en Veracruz, se puso el agua potable del puerto y su zona conurbada, así como un proyecto de generación de energía eléctrica, en manos de la firma Odebrecht, que actualmente enfrenta acusaciones por sobornos y lavado de dinero en Brasil y otros países de Latinoamérica, incluidos México y Estados Unidos.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dio a conocer ayer una investigación, en la que destacó que a lo largo de su administración (del 1 de diciembre de 2010 al 12 de octubre de 2016) Odebrecht instaló 13 empresas en la entidad, cuando antes sólo había una.
“Eduardo de Melo Pinto, involucrado en el pago de sobornos por tres millones de dólares a un político brasileño, es fundador, director y apoderado en tres empresas establecidas en Xalapa (filiales de Odebrecht), que se asociaron desde 2013 con el gobernador Javier Duarte para generar energía eléctrica”, señaló la investigación.
Lo grave del asunto es que Duarte otorgó los permisos para que cuatro de ellas explotarán recursos naturales; el Estado no obtendría ganancias económicas por esos negocios.
El proceso estuvo plagado de irregularidades: El título de concesión no tuvo fecha de inicio, por lo que tampoco se sabe cuando terminará; tiene espacios en blanco, careció de viabilidad técnica y nunca participó el Comité de Adquisiciones.
Dicen que ‘Dios los hace y ellos se juntan, pues los personajes con los que se asoció Duarte -Eduardo de Melo Pinto y Javier Chuman Rojas-, están acusados por soborno y lavado de dinero, respectivamente.
Tras la captura de Duarte, los ‘trapitos sucios’ del exgobernador continúan saliendo a la luz; las autoridades mexicanas necesitan aplicar las leyes como es debido y evitar que este caso sea otra muestra de impunidad.