En ausencia del PAN, el Senado eligió al panista Ernesto Cordero como presidente del Senado para el último año de ejercicio de esta Legislatura, luego de que la bancada priista resolvió vetar a las también panistas Adriana Dávila y Angélica Rojas.
Hubo 33 senadores del PAN que no acudieron. Con 77 votos a favor de 82 en total, Cordero ganó la elección para el cargo. La Junta de Coordinación Política la presidirá el líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, y el Instituto Belisario Domínguez correspondió al bloque PT-Morena.
Ernesto Cordero ya había dirigido la presidencia de la mesa directiva del Senado, en el primer año de esta legislatura, del 31 de agosto de 2012 al 31 de agosto de 2013.
Sin embargo, los panistas estaban en contra de que Cordero la presidiera.
Por otro lado, el veto de las panistas Adriana Dávila y Angélica Rojas es una muestra clara de que el machismo aún no está erradicado por completo en México y, por supuesto, las oportunidades que se les dan a las mujeres no son las mismas que a los hombres.
Lo anterior es una muestra más de que el Partido Revolucionario Institucional y los políticos, sean del partido que sean, aprovechan cualquier oportunidad para tener ventaja y proteger sus intereses. Sin importar la lealtad a los ideales, ellos deciden “apoyar” otras formas de pensar sólo considerando sus objetivos, principalmente económicos.
