Ciudad de México.- Antonio Enrique Tarín García, quien tomaría protesta como diputado en la sesión del martes, no logró hacerlo debido a que es acusado por malversar fondos del erario durante el gobierno de César Duarte en el estado de Chihuahua.
Hoy en día es considerado prófugo de la justicia, por lo que el señor muy audazmente pasó la noche en San Lázaro para que de esta forma, el amparo que pidió, mismo que tardaría 48 horas en resolverse, lo salvará de pisar la cárcel.
¿Hasta dónde hemos llegado? Apenas ayer nos quejábamos sobre la resolución del juez en el caso de Diego Cruz, y ahora nuestro sistema de justicia nos demuestra que cualquiera que robe puede salir corriendo tras las faldas de su mamá, entiéndase por mamá “Nuestra honorable Cámara de Diputados” pedir un amparo y evitar ser arrestado.
Bien dicen que el que nada debe, nada teme, por algo Tarín García se oculta, por algo le urge ser diputado, y por algo dejó la comodidad de su cama. Al igual que Javier Duarte, las autoridades buscan a César Duarte, ambos exgobernadores, ambos corruptos,ambos ladrones, ambos ambiciosos y sin vergüenzas.
No nos queda más que esperar que esta vez el sistema de justicia sea lo suficientemente eficaz como para no perder la pista a un exfuncionario más que sólo deja en ridículo al gobierno de un país que le demuestra al mundo su incapacidad y poca credibilidad.
