La coalición Juntos Haremos Historia, de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), evalúan la posibilidad de no asistir a las siguientes sesiones de discusión pública, debido a la poca solidez de sus argumentos.
Mientras que candidatos como Ricardo Anaya, de la coalición “Por México al Frente” le pasaba datos para responder preguntas en tiempo real y basándose en los datos que citaban los otros participantes del primer debate de 2018, Andrés Manuel se mantuvo excesivamente callado, no aportó cifras específicas ni usó los argumentos de sus contrincantes para formular sus propias propuestas.
Todos los participantes del debate lo increparon en varias ocasiones, directamente, mencionando su nombre. En cambio él no se dirigió a nadie en particular, se limitó a responder algunos de los planteamientos que recibía, en una inusual actitud pasiva.
El ahorro en salarios de sus equipos de asesores bien podría rendir a Andrés Manuel para pagar algunos otros taxis para llegar a sus actos públicos, así sean taxis aéreos.