Ciudad de México.- Ayer por la noche se dio a conocer la noticia de que Tomás Yarrington había sido aprehendido en Florencia Italia, pues se le buscaba por actividades ilícitas durante su gobierno, así como nexos con el crimen organizado.
Al igual que la gran mayoría de los políticos mexicanos, este señor se enriqueció a costa del erario público y además fue cómplice del crimen organizado que poco a poco se fue adueñando del estado, llenando las calles de Tamaulipas de sangre y violencia.
Al parecer nuestros gobernadores están cortados por la misma tijera, pues basta con recordar a Javier y César Duarte, quienes se encuentran prófugos de la justicia desde hace varios meses, acumulando cargos y cargos, que al parecer no podrán ser procesados porque aún no se puede dar con ellos.
Como un ligera esperanza de justicia y gracias al trabajo entre las autoridades italianas y la Procuraduría General de la República (PGR) Yarrington será extraditado a nuestro país, lo cual no sabemos si es buena o mala idea. ¿Acaso ya olvidaron el caso de Diego Cruz? y su extradición que tan sólo sirvió para que la ineptitud de nuestras autoridades le concedieran la libertad.
Sólo nos queda esperar que por una vez en la historia de nuestro país, la justicia llegue y hagan pagar a este hombre por todos los robos, fraudes y muertes que ocasionó durante su mandato.
